sábado, 19 de julio de 2014

No al genocidio en Gaza. Concentración en Marbella (17-7-2014)



¡BASTA DE ASESINATOS EN PALESTINA!



El pasado jueves, 17 de julio, unas 200 personas nos concentramos en el templete del Parque de la Alameda en apoyo al pueblo palestino y para denunciar el genocidio en Gaza perpetrado por el estado de Israel. La convocatoria fue realizada por diferentes organizaciones progresistas del municipio (15M Marbella-STOP Desahucios, 22M Marchas de la Dignidad, CCOO, CUT, IULV-CA, PCA, PODEMOS, SAT, U3R).





Imperialismo, neoliberalismo y capitalismo son 3 palabras que definen a un sistema criminal y asesino que se enriquece de la opresión y del exterminio de los trabajadores y trabajadoras. El GENOCIDIO de Gaza es el ejemplo inmediato de que los banqueros y los grandes empresarios no dudarán en asesinar a hombres, mujeres, niños y ancianos para obtener su tasa de beneficio, enriqueciéndose de nuestra sangre y de nuestro sufrimiento.



El pueblo palestino lleva sufriendo desde 1917 la dominación de la burguesía internacional, y desde 1948 el exterminio sistemático del Estado de Israel, un estado impuesto por las grandes potencias capitalistas para controlar la zona, poniendo en peligro a millones de personas inocentes, con sus inhumanos planes geopolíticos.



La lucha del  pueblo palestino es la misma lucha que la del pueblo de Ucrania, que la del pueblo andaluz y que la de cualquier pueblo oprimido por el capitalismo, porque nuestros verdugos son los mismos, con diferentes collares: los banqueros y grandes empresarios.



Ayudar al pueblo Palestino es iniciar una lucha para acabar con nuestra propia burguesía, con nuestros propios verdugos. Solo habrá paz en Palestina y en el mundo entero cuando hayamos acabado con la escoria de oligarcas que se lucran de nuestro dolor.









¡ORGANIZACIÓN Y MOVILIZACIÓN!

¡POR LA EMANCIPACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA Y DE LOS PUEBLOS!

¡VIVA PALESTINA LIBRE!



Manifiesto.

El pasado lunes 7 de Julio el estado criminal de Israel inició una nueva operación militar de bombardeo indiscriminado contra el pueblo palestino de la franja de Gaza que ha causado ya 226 asesinatos (de los cuales 49 son niños y niñas), 1685 personas heridas (de los cuales 475 son menores) y la destrucción de más de 1.757 hogares. Una operación que se está realizando, como siempre, sin respetar ningún derecho internacional; bombardeando casas, hospitales, escuelas e incluso suministros de luz y agua, dejando al 90 % de la población palestina sin luz ni agua potable. 

Desgraciadamente, este ataque, al que han bautizado como “Margen Protector”, no representa más que otro episodio de la larga lista de crueles y genocidas agresiones que el estado sionista de Israel viene realizando contra el pueblo palestino desde el año 1967; y más concretamente en  la franja de Gaza desde que en 2004, tras la retirada de todos los colonos israelíes, se convirtiese en un campo de concentración en el que se hayan hacinadas 1`5 millones de personas en 360 Km de terreno. Desde entonces han sido asesinadas más de 3.500 personas; casi todas civiles. Pero además estos ataques se han visto acompañados y agravados por una política de apartheid que ha realizado más de 700.000 detenciones y secuestros de palestinos, muchos de ellos niños; y que ha propiciado la construcción de un muro de 721 km alrededor del territorio -declarado ilegal por la propia ONU- que imposibilita la libre circulación de personas al establecer férreos controles fronterizos y que posibilita una situación de bloqueo económico y humanitario que impide, entre otras cosas, que este pueblo tenga acceso las necesidades más básicas; incluso al material médico tan indispensable en esta situación de emergencia. Y violando así, una tras otra, decenas de resoluciones de la ONU y los más fundamentales derechos humanos.

La historia de Palestina es la historia de un genocidio sistemático: Todo pasa sin que pase nada. Una y otra vez. A la matanza actual le precedió otra, le llamaron “Pilar Defensivo”, noviembre de 2012, 150 muertos, y antes fue “Plomo fundido”, diciembre 2008-enero 2009, 1400 muertos, y “Lluvias de verano” en el verano de 2006, 450 muertos, y “Dias de Penitencia” en septiembre de 2004, y “Cinturón Defensivo” en abril de 2002, en Cisjordania, 545 muertos… Una y otra vez. En la última década, Israel ha asesinado a 2.000 palestinos en operaciones preventivas, mientras continuaba con su política de expansión en Cisjordania y Jerusalén, y sometía a la Franja de Gaza a inhumanas restricciones para convertir la zona en un lugar inhabitable.

Pero los misiles no son las únicas armas del Estado de Israel contra Palestina. Tal como reveló el representante de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, Mads Gilbert, quien ha trabajado mucho tiempo en Gaza y vivió la cruel y asesina operación Plomo endurecido, la situación de los niños y niñas de Gaza es intolerable e inhumana:  “Los niños palestinos en Gaza sufren inmensamente. Gran cantidad padece desnutrición por las condiciones impuestas por el gobierno israelí, debido al bloqueo al territorio palestino de Gaza. La anemia es común en todos los mayores de dos años, a los que afecta en 72.8 por ciento. Desnutrición, baja talla y bajo peso afecta, respectivamente, a 34.3, 31.4 y 31.45 por ciento de todos los niños del territorio. Estos índices empeoran, según cada nueva medición. Cuando Israel se porta bien al menos dos niños palestinos son asesinados cada semana, y este patrón se ha mantenido durante los últimos 14 años.”

Ya en 1948, cuando el estado de Israel impuso su independencia al pueblo palestino a sangre y fuego, podemos hablar del comienzo del genocidio: 711.000 palestinos expulsados de sus hogares, 531 aldeas destruidas, once barrios urbanos despejados de árabes, al menos 24 masacres, que incluyeron violaciones, torturas y fusilamientos en masa. Según la Cruz Roja Internacional, la masacre de Deir Yassin le costó la vida a 254 civiles, casi todos ancianos, mujeres y niños. Sucedió algo semejante en al-Damaymah, con un centenar de víctimas. Los pueblos de Eilaboun, Saliha, y Farradiya enarbolaron banderas blancas, pero las milicias judías penetraron en el interior, violando a las mujeres y fusilando a los hombres en edad militar, basándose en que cualquier niño o anciano capaz de sostener un arma podía ser un combatiente.

Todo ello ocurre con la ruin complicidad de la mayoría de la comunidad internacional que, o bien apoya directamente al sionismo -con sus acciones o declaraciones, en los consejos de la ONU que siguen sin condenar ninguna de estas violaciones o impidiendo que este estado genocida y sus dirigentes sean procesados por delitos de lesa humanidad-, o bien permanece impasible ante estos flagrantes crímenes. Y con esta misma complicidad de los medios de comunicación que silencian lo que realmente ocurre allí, que mienten y manipulan presentando a Israel como la víctima cuando no es más que el más cruel de los verdugos, y que nos presentan esta situación como una guerra cuando no es más que un genocidio. 

Es un genocidio porque los sionistas matan indiscriminadamente a todos los palestinos que pueden y encima probando armamento, porque se les considera "sub-humanos" desde las instituciones del Estado de Israel. 

Es un genocidio, y no una guerra, porque Palestina no tiene derecho a administrar su país y su economía. No tiene ejército, no tiene armada, no tiene aviación, no tiene país, no tiene derecho a vivir ni a existir aunque se resistan como héroes a ser aplastados y exterminados. Solo precarias guerrillas que entre todas juntas no administran ni 100 millones de dólares, la gran mayoría de ayuda humanitaria.

Es un genocidio porque la intención del sionismo es exclusivamente la de matar palestinos para expulsarlos de las tierras que aspiran a colonizar y hacer desaparecer a todos los miembros de este pueblo que nacieron y vivieron siempre ahí para matarlos callando, por desgracia nunca mejor dicho.

Es un genocidio porque así lo revela el propio estado de Israel. En un informe elaborado en 1949 por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, se valoró el problema de los refugiados palestinos en términos puramente darwinistas, que recuerdan los planteamientos de los nazis para justificar el exterminio de judíos, gitanos, eslavos y presuntos asociales. El informe dice lo siguiente:  “Los más aptos y flexibles sobrevivirán de acuerdo con el proceso de selección natural. El resto simplemente morirán. Algunos persistirán, pero la mayoría se convertirán en basura humana, la escoria de la tierra y se hundirán en los niveles más bajos del mundo árabe”.

Por todo ello, solo podemos condenar a este sionismo asesino, manifestar nuestra más enérgica repulsa a este genocidio y exigirle al estado de Israel que termine con esta situación de apartheid, que deje sus operaciones de aniquilación y asolado del pueblo palestino y que regrese a las fronteras fijadas en1967, abandonando todos los territorios invadidos y ocupados desde entonces y los asentamientos ilegales en territorio palestino. Y exigimos, tanto a la UE que rompa el tratado establecido con Israel -como este mismo establece en su segundo artículo si alguno de los dos firmantes viola el derecho internacional-, como al gobierno de nuestro país que condene este genocidio, que deje de ser cómplice de él y que rompa toda clase de acuerdos y relaciones diplomáticas y comerciales con el estado de Israel en tanto en cuanto siga exterminando y persiguiendo al castigado pueblo palestino.

Pero desgraciadamente sabemos que la mayoría de potencias del mundo no moverán un dedo por nuestros hermanos y hermanas de Palestina. Para los banqueros, los grandes empresarios y toda la escoria indigna que mantiene y conserva el sistema capitalista, la vida humana no vale nada. Ni en Palestina, ni en Ucrania ni en Andalucía ni en ninguna parte del mundo donde el capitalismo impere. Lo único que importa para la burguesía son los beneficios. Por eso, debe ser el pueblo, soberano, organizado y movilizado, en Palestina, en Ucrania, en Andalucía y en todos los pueblos oprimidos del mundo, el que acabe con un sistema que nos está exterminando, como clase social y como pueblo. Los tiempos de crisis son épocas de mucho sufrimiento para los trabajadores y trabajadoras, pero también son oportunidades para conseguir un mundo mejor. Solo luchando conseguiremos un mundo mejor, y el que no quiera, no pueda o no se vea capaz, que se eche a un lado, porque el curso de la historia no se detiene ante nada ni ante nadie. Y ahora debe ser el tiempo de la emancipación de los trabajadores del mundo y de los pueblos oprimidos.

¡NO AL GENOCIDIO DEL PUEBLO PALESTINO!

¡BOICOT AL ESTADO DE ISRAEL!

¡VIVA PALESTINA LIBRE!


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