jueves, 6 de marzo de 2014

Manifiesto del Área de las Mujeres de la CUT para el día de la mujer trabajadora.

8 DE MARZO

¡ABORTO LIBRE Y GRATUITO!

(Declaración del Área de Mujeres de la CUT)

Cada 8 de marzo se ha convertido en un reclamo mediático para los partidos que sacan pecho en pro de la lucha feminista, pero la realidad, dista mucha de las intenciones. Para las feministas, 8 de marzo son todos los días y este año, será 8 de marzo con más fuerza si es posible. Volvemos a las luchas de la calle y las situaciones ilegales de la Dictadura, este año tenemos más lucha feminista contra el patriarcado y la Iglesia que nunca.

El bipartidismo ha hecho de nuestros derechos reproductivos una moneda más de cambio de sus intereses, minando por completo la libertad de decisión y el empoderamiento de las mujeres, sobre nuestros cuerpos y sobre nuestros destinos.

En esta descafeinada democracia, la legalización del aborto ha sido una cuestión secundaria para los partidos del sistema. Tanto PP como PSOE han utilizado la legislación sobre el aborto en pos de unos objetivos que nada tienen que ver con el empoderamiento y la autodeterminación de los cuerpos de las mujeres. La historia del aborto en el Estado español es polémica y vergonzosa. Recordemos que el único y breve momento en que las mujeres tuvimos plenos derechos sobre nuestros cuerpos fue con el “Decreto de Regulación de la interrupción artificial del embarazo’’, promulgado por Federica Montseny en 1937. Recordemos, también, que con el franquismo y hasta 1985 el aborto siguió siendo ilegal, y que fueron las Asambleas de Mujeres las que crearon las estructuras de comunicación necesarias para practicar abortos. Y que hasta 2010, no hubo ley de plazos. Y a esta triste historia se añade la ley de prohibición del aborto que el Ministro de Justicia pretende imponernos ahora. La ley de la interrupción del embarazo, desde su nacimiento en 1985, jamás ha contado con la opinión de las mujeres en sus supuestos pero sí con las opiniones de terceros.

La memoria histórica que tenemos presente sobre el aborto no hace más que darnos la razón a todas las mujeres. Nuestros cuerpos fueron y son monedas de cambio para la Iglesia y el Estado.

Ahora en 2014, estamos ante una reforma de la ''Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo''. Alberto Ruíz Gallardón y el PP vuelven a decidir por la mitad de la población y deciden infantilizarnos, controlarnos y criminalizar nuestras decisiones sobre nosotras mismas. Con esta misógina y terrorista ''Ley Orgánica de protección de los derechos del concebido y de la mujer embarazada'', se eliminan dos de los tres supuestos que teníamos hasta ahora (entre ellos se elimina el supuesto de malformación del feto, lo que acentúa la crueldad de la reforma) e instaura someter nuestra decisión a dos especialistas que pertenezcan a centros diferentes y sometiendo nuestra opinión a una semana de ''reflexión''. Volvemos a encontrarnos frente a los mismos motivos que nuestras madres, tías y abuelas tuvieron que pelear y denunciar.

Por otro lado, están convirtiendo la decisión sobre nuestros propios cuerpos y nuestra sexualidad de nuevo en un tabú. No sólo pretenden relegar nuestras demandas a poco más que ''cosas de mujeres'' sino que la educación sexual, vital para contemplar en nuestra vida una sexualidad sana, sensata y consensuada no tiene un sólo lugar dentro de los planes de estudios de la muy polémica y antidemocrática ‘’Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa’’ del Ministro Wert. Las mujeres dejamos de existir como sujetos de derecho independiente y dejamos de ser dueñas de nuestra realidad.

No podemos olvidar la situación de las mujeres del campo, las jornaleras, las mujeres del mundo rural, que junto a esta medida encontrarán un escalón más que superar en su empoderamiento como mujeres libres y dueñas de sus destinos. Enfrentadas a la lucha jornalera y a la tradición, la ilegalización del aborto traerá para ellas la vuelta al hogar y trabas para poder buscar soluciones económicas fuera de sus casas.

Las mujeres inmigrantes tienen en este contexto una situación además, extrema. Las medidas que ya se han establecido para dejar fuera de la seguridad social a los y las inmigrantes, complican aún más si cabe la situación de estas mujeres que tendrán muchísimas más barreras jurídicas, burocráticas y económicas para acceder al aborto.

Por todo esto, las militantes del Área de las mujeres de la CUT, reivindicamos que:

− Jamás permitiremos que una ley que pretende expropiar nuestros cuerpos se lleve a la praxis
− Aprobar esta ley supondrá una manera de banalizar y enjuiciar nuestras opiniones y demandas a la sociedad de destrucción del patriarcado y de igualdad de géneros.
− Jamás permitiremos que una ley misógina diferencie a las mujeres entre ricas (las que abortan en Londres) y pobres (las que se someten a procesos abortivos nada seguros)
− Nos negamos a someternos a una ley cuyo fin es relegar de nuevo a la mujer al ámbito doméstico y de los cuidados y si cabe con una situación más precaria al eliminar cualquier tipo de ayuda social a la dependencia.
− Nos negamos a someter nuestra libertad de pensamiento y acción a los preceptos de unas creencias que no sean las de nuestras propias ideas.
− Nos negamos a tener en cuenta la opinión de la Conferencia Episcopal que nada tiene que opinar sobre nuestros cuerpos y nuestras decisiones. Sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios.
− No aceptamos que se nos imponga una maternidad no elegida ni una esterilidad no deseada. Somos libres, nosotras decidimos sobre nuestros cuerpos.

Nosotras rompemos con el patriarcado. Por una despenalización y legalización del aborto libre y gratuito. Nosotras parimos, nosotras decidimos. La revolución será feminista, o no será.

Andalucía, 4 de marzo de 2014


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